jueves, septiembre 14, 2006
"El Blog de Parazeta": Mis dientes castañetean mientras D. esnifa ralladuras de hueso de algún Angel caído. Las impresiones. Sólo las impresiones evocan un dolor como lactato cerebral. los ojos se clavan en sus órbitas ante la inercia y como caracoles se aprietan hacia el interior de las cuencas-caparazón. Obligado a mirar hacia adentro desde una ventana sobre un precipicio negro.
Parazetamol me mira. También tiene esa extraña sonrisa en las comisuras carnosas. Cada movimiento de cabeza proporciona una visión electrica. "The New" de Interpol. Kessler y Banks nos acompañan en la particular expedición. El ojo en la mano como toda conciencia. un espejo en la retina proyectando sombras sobre una luz blanca que se apodera de las neuronas. Te busco pero no te encuentro. Aunque acabe sabiéndolo dónde estás no puedo llegar a tí. las verdaderas fronteras surgen del interior para vengarse en la reencarnación de aquellos progenitores que nunca estuvieron junto a tí. El enemigo interior que pide más y más carne. Las vísceras del sacrificio.
Me siento mareado. Sobre-estimulado, pero la divisa es "Hasta el final". Nunca fue necesario un esfuerzo suplementario. la procesión temerosa hacia lo real y no su representación. la furia humillada de nuestras frustraciones. la realidad vista desde el brillo del tenedor. tu deseo me aprieta con urgencia. Sólo verte, sentir que estás ahí me tranquiliza...Sin lascivia. Sólo con la curiosidad pálida de saber más.
No sé como acabar la historia. En realidad el curso de los acontecimientos continúa con independencia de nuestra voluntad. Nada se crea o se destruye. Sin principio ni fin sólo puede deformarse hasta obviarlo. pierdo la vista en un parpadeo de cien millones de horas. La noche nos apurará hasta vendernos al sol aturdidor...
"De repente, Carl se sintió atrapado en la silenciosa caverna de una habitación, separado de todas las fuentes de calor y seguridad. La imagen de sí mismo, allí, sentado tranquilamente, alerta, dando evidentes muestras de bien educado desinterés, se hizo opaca, como si la vitalidad hubiera sido extrída de su cuerpo mezclándose con el ambiente gris lechoso de la habitación" William Seward Burroughs. "El almuerzo desnudo".
Parazetamol me mira. También tiene esa extraña sonrisa en las comisuras carnosas. Cada movimiento de cabeza proporciona una visión electrica. "The New" de Interpol. Kessler y Banks nos acompañan en la particular expedición. El ojo en la mano como toda conciencia. un espejo en la retina proyectando sombras sobre una luz blanca que se apodera de las neuronas. Te busco pero no te encuentro. Aunque acabe sabiéndolo dónde estás no puedo llegar a tí. las verdaderas fronteras surgen del interior para vengarse en la reencarnación de aquellos progenitores que nunca estuvieron junto a tí. El enemigo interior que pide más y más carne. Las vísceras del sacrificio.
Me siento mareado. Sobre-estimulado, pero la divisa es "Hasta el final". Nunca fue necesario un esfuerzo suplementario. la procesión temerosa hacia lo real y no su representación. la furia humillada de nuestras frustraciones. la realidad vista desde el brillo del tenedor. tu deseo me aprieta con urgencia. Sólo verte, sentir que estás ahí me tranquiliza...Sin lascivia. Sólo con la curiosidad pálida de saber más.
No sé como acabar la historia. En realidad el curso de los acontecimientos continúa con independencia de nuestra voluntad. Nada se crea o se destruye. Sin principio ni fin sólo puede deformarse hasta obviarlo. pierdo la vista en un parpadeo de cien millones de horas. La noche nos apurará hasta vendernos al sol aturdidor...
"De repente, Carl se sintió atrapado en la silenciosa caverna de una habitación, separado de todas las fuentes de calor y seguridad. La imagen de sí mismo, allí, sentado tranquilamente, alerta, dando evidentes muestras de bien educado desinterés, se hizo opaca, como si la vitalidad hubiera sido extrída de su cuerpo mezclándose con el ambiente gris lechoso de la habitación" William Seward Burroughs. "El almuerzo desnudo".
sábado, agosto 26, 2006
"El Blog de Parazeta": No he estado tan cerca de estar vivo como cuando me he sentido más vacío. Sin embargo esto no es malo, sino inútil. La entrevista de campo se va alargando. La muestra es tan heterogénea que se hace necesario una selección de candidatosd. La selección implica un criterio previo y por ello una forma de juzgar. Mis resitencias ya han asumido esa posibilidad y sólo contesta mi risa. Los trozos inconexos comienzan a unirse pero el aspecto es todavía el de la tela de una araña intoxicada por cafeína. Ni arrepentimiento, ni culpa, nada es suficiente. El ansía, la sed ase convierte en urgencia. La succión es ansiolítica. Muñecas pintadas ayer. Batallas sin sangre, heridas interiores de escaramuzas. Muertes que nol serán más que un cadáver en un armario particular. Escaparate de lo que deseas ver. Sólo pulsiones. Pequeñas pulsiones que animan el cultivo del que formamos parte. Un pequeño arrebato hipomaníaco que despierta a las neurones friéndolas un nano-segundo. Ese picor que estimula no es más que la variedad ligera de dolor que no llega al umbral.
Hace mucho que no te miro. Sigues estando igual de preciosa. Te interpreto a cad mirada que poso sobre ti. Y tú vuelves a sonreírme. ¿Cómo decirte?¿Cómo enseñarte toda esta miseria esponjosa que desprende el suelo como un día de mucho calor?. Tú pareces una persona y puedo imaginarte como yo quiero cuando no te tengo. Nunca te mentí y pese a ello prefiero ser así. El precio por no prostituirme bajo los focos de este universo en el que estoy contigo. Un paso más en la escalera en la que tú eres mi Ariadna. las versiones de mi amor se actualizan como las de un programa. Puede que no sea lo que quiero ser, pero no quiero que tú lo creas. hacerte entender esto es lo más difícil: Añades más a lo que realmente soy. Me deformas bajo tu cariño como yo lo hago contigo. Bajo la tiranía de tus ojos la confusión me aplasta, pero no quiero moverme. Esperaré a ser aplastado, aniquilado por ti. Deseo ser el cadáver en tus manos y sentir tus dientes en mis hombros. Los lazos que nos unen nos estrechan hasta ahogarnos pero ninguno desea abandonar: Cuanto más tiramos por nuestra cuenta, más atrapados quedamos "bis in der Tod". No quiero entender que es "real", ¿por qué, por qué?. Un suave abrazo que nos cubra en el murmullo en negro de la noche. Sin estrellas. Necesito sentir alguien latiendo junto a mí. Muramos un poco más otra vez.
La imagen se acaba desdibujando..."dulces drogas nos dirán que hay un mar cerca de aquí". El pasado no existe y cualquier momento es bueno para empenzar de nuevo. Aunque yo sé que es mentira. No puedes luchar contra fantasmas interiores ni pensar que jugar al mus con ellos los hará más apacibles. No, la culpa, el fantasma mayor necesita su dosis. El mono de culpa es difícil de pasar y la dosis sólo calma esa culpa durante un período escueto. Vuelvo a recordar que siempre vas con pantalones: Con falda se te verían esa piernas largas preciosas.
Subo los peldaños de tres en tres y cuando miro el vacío tras de mí no ser si seguir adelante o caer en el abismo. Tanto me da. Sólo una ruptura podría sacarme la pegajosa realidad de encima.
Las palabras están tan manidas que me arrepiento de usarlas. La culpa y el arrapentimiento son la vergüenza cristiana. No vale con ser culpable, no basta con sufrir el castigo. Se hace necesaria una retractación contínua, un auto de fe que ataque la esencia del pecador. No se hace algo mal sino que se es malo. La esencia de los antiguos sacrificios humanos se ha transformado en un acto cruel pero "sin sangre". La redención de los pecados no oculta sino una perpetua actitud de sumisión, una inculpación ad infinitum sin presunción de inocencia sino de culpabilidad.
Cabalgamos hacia amaneceres fríos y aturdidores, desnudos de cualquier tipo de piel, escapando a nuestras carnes. Blanca formas dejadas detrás. El coche aúlla.
Hace mucho que no te miro. Sigues estando igual de preciosa. Te interpreto a cad mirada que poso sobre ti. Y tú vuelves a sonreírme. ¿Cómo decirte?¿Cómo enseñarte toda esta miseria esponjosa que desprende el suelo como un día de mucho calor?. Tú pareces una persona y puedo imaginarte como yo quiero cuando no te tengo. Nunca te mentí y pese a ello prefiero ser así. El precio por no prostituirme bajo los focos de este universo en el que estoy contigo. Un paso más en la escalera en la que tú eres mi Ariadna. las versiones de mi amor se actualizan como las de un programa. Puede que no sea lo que quiero ser, pero no quiero que tú lo creas. hacerte entender esto es lo más difícil: Añades más a lo que realmente soy. Me deformas bajo tu cariño como yo lo hago contigo. Bajo la tiranía de tus ojos la confusión me aplasta, pero no quiero moverme. Esperaré a ser aplastado, aniquilado por ti. Deseo ser el cadáver en tus manos y sentir tus dientes en mis hombros. Los lazos que nos unen nos estrechan hasta ahogarnos pero ninguno desea abandonar: Cuanto más tiramos por nuestra cuenta, más atrapados quedamos "bis in der Tod". No quiero entender que es "real", ¿por qué, por qué?. Un suave abrazo que nos cubra en el murmullo en negro de la noche. Sin estrellas. Necesito sentir alguien latiendo junto a mí. Muramos un poco más otra vez.
La imagen se acaba desdibujando..."dulces drogas nos dirán que hay un mar cerca de aquí". El pasado no existe y cualquier momento es bueno para empenzar de nuevo. Aunque yo sé que es mentira. No puedes luchar contra fantasmas interiores ni pensar que jugar al mus con ellos los hará más apacibles. No, la culpa, el fantasma mayor necesita su dosis. El mono de culpa es difícil de pasar y la dosis sólo calma esa culpa durante un período escueto. Vuelvo a recordar que siempre vas con pantalones: Con falda se te verían esa piernas largas preciosas.
Subo los peldaños de tres en tres y cuando miro el vacío tras de mí no ser si seguir adelante o caer en el abismo. Tanto me da. Sólo una ruptura podría sacarme la pegajosa realidad de encima.
Las palabras están tan manidas que me arrepiento de usarlas. La culpa y el arrapentimiento son la vergüenza cristiana. No vale con ser culpable, no basta con sufrir el castigo. Se hace necesaria una retractación contínua, un auto de fe que ataque la esencia del pecador. No se hace algo mal sino que se es malo. La esencia de los antiguos sacrificios humanos se ha transformado en un acto cruel pero "sin sangre". La redención de los pecados no oculta sino una perpetua actitud de sumisión, una inculpación ad infinitum sin presunción de inocencia sino de culpabilidad.
Cabalgamos hacia amaneceres fríos y aturdidores, desnudos de cualquier tipo de piel, escapando a nuestras carnes. Blanca formas dejadas detrás. El coche aúlla.
domingo, agosto 20, 2006
"Mil millones de agujitas en tus ojos. Las palabras inconexas no dan para más. Si nos miramos descubrimos que tan malo es estar solo como creerlo. Si miro tus ojos puedo verlos desteñidos tras la batalla. Y ahora, en busca del perdón de los pecados, me buscas. Tómame en tu boca. No soy digno de tí pero una sola palabra bastará para salvarme. Toma la comunión y olvida conmigo. Carne de la carne, sangre de la sangre. La comunión química. Dos mil años de culpa y expiación. La risa desmedida del Diablo. Pensamientos aligerados de toda conciencia adoctrinada. Aprende a sentirte culpable, la libertad no existe. Somos demasiado cobardes para tomarla más allá que en sucedáneos que nos ofrecen sin manos. El "placebo bastardo" siempre da buen resultado. Definitivamente no caminos por el Valle de las sombras de la Muerte, nos deslizamos comodamente entre la miseria ajena mientras nos dicen que el buen pastor es hijo de Abel.
Conforme avanzan desbocadas las horas, la línea entre el bien y el mal queda suspendida en favor de la crítica tendenciosa en un movimiento pendular de reflujo temporal. Horas como olas u olas como horas. Pequeñas y llameantes hogueras que sólo sirven para dilatar las pupilas hasta la midriasis. pequeñas llamas que se introducen en el cuerpo como una sambra demoníaca. Las luces se reflejan en la caverna. Me vuelvo del revés y salgo por mis costuras.
El vértigo y la velocidad son los mejores compañeros de ese silencio que nunca traiciona. Nunca tan lejos y tan cerca del vómito, de la prueba definitiva de mi humanidad. mariposas de largas alas se elevan desde mi estómago hacia la cabeza. Las alas como pantallas me permiten ver esa realidad tamizada con colores suaves en una agresiva presentación. Un dato tras otro hasta que el volumen hace incomprensible el mensaje. Abierto a toda interpretación se hace difícil juzgar a alguien: quién esté libre de pecado que tire la primera piedra.
El grito, la naúsea, un lloro desconsolado ante el que no nos han enseñado a reaccionar. El final de la culpa es la muerte. Apuesta el resto contra ella, carga el tambor del revolver con la sobredosis. Sólo el Dolor empuja a la acción. Nada queda por debajo del dolor, el principio radical.
Las cuchillas se afilan en mi piel, mientras tú ríes como un niño. Es curiosa tu risa. Nunca me acostu7mbro, siempre me sorprende y me engaña, con la promesa de que todavía hay alguien que se resiste a morir resignado entre un montón de pequeños artículos de teletienda. Sinceramente agradezco la mentira y la elevo en mi status de representaciones particulares de la realidad. No, todavía no he conseguido una realidad inventada. Si así fuese no estaría aquí escribiendo sino dentro de ella, viendo mi propio Cielo. No he conseguido tanto. Mis fuerzas acabaron cuando conseguí crear el infierno. Ahora busco almas perdidas entre los cuerpos que me rodean. Velas encendidas. las llamas prenden la cortina de la habitación. Dime que la habitación vacía no lo estará más. Miente, miente, miente. Miente de una forma diferente, recordando una y otra vez, hasta desaparecer...
Conforme avanzan desbocadas las horas, la línea entre el bien y el mal queda suspendida en favor de la crítica tendenciosa en un movimiento pendular de reflujo temporal. Horas como olas u olas como horas. Pequeñas y llameantes hogueras que sólo sirven para dilatar las pupilas hasta la midriasis. pequeñas llamas que se introducen en el cuerpo como una sambra demoníaca. Las luces se reflejan en la caverna. Me vuelvo del revés y salgo por mis costuras.
El vértigo y la velocidad son los mejores compañeros de ese silencio que nunca traiciona. Nunca tan lejos y tan cerca del vómito, de la prueba definitiva de mi humanidad. mariposas de largas alas se elevan desde mi estómago hacia la cabeza. Las alas como pantallas me permiten ver esa realidad tamizada con colores suaves en una agresiva presentación. Un dato tras otro hasta que el volumen hace incomprensible el mensaje. Abierto a toda interpretación se hace difícil juzgar a alguien: quién esté libre de pecado que tire la primera piedra.
El grito, la naúsea, un lloro desconsolado ante el que no nos han enseñado a reaccionar. El final de la culpa es la muerte. Apuesta el resto contra ella, carga el tambor del revolver con la sobredosis. Sólo el Dolor empuja a la acción. Nada queda por debajo del dolor, el principio radical.
Las cuchillas se afilan en mi piel, mientras tú ríes como un niño. Es curiosa tu risa. Nunca me acostu7mbro, siempre me sorprende y me engaña, con la promesa de que todavía hay alguien que se resiste a morir resignado entre un montón de pequeños artículos de teletienda. Sinceramente agradezco la mentira y la elevo en mi status de representaciones particulares de la realidad. No, todavía no he conseguido una realidad inventada. Si así fuese no estaría aquí escribiendo sino dentro de ella, viendo mi propio Cielo. No he conseguido tanto. Mis fuerzas acabaron cuando conseguí crear el infierno. Ahora busco almas perdidas entre los cuerpos que me rodean. Velas encendidas. las llamas prenden la cortina de la habitación. Dime que la habitación vacía no lo estará más. Miente, miente, miente. Miente de una forma diferente, recordando una y otra vez, hasta desaparecer...
Me sumerjo en el agua fría. No veo nada. Corro entre muros de hormigón. Más que temor ganas de que arribe ese final ya escrito de antemano. Es estúpido querer esconderse tras las palabras. La mentira rezuma por los poros como un pegajoso sudor. Olor a calzoncillos sucios húmedos. De no ser por el fastidio que supondría dejar todo manchado de sangre, me cortaría la cabeza.
Cabalgamos sobre la bala roja. Las consecuencias no importan. "Reverence" de los J&M Chain. Puro miedo reciclado como un cristal puesto sobre el fuego.
Auto-convencimiento. Alarde interior. Más mentiras (estas al menos propias). Ignorancia disfrazada. Mini9sterio portátil en busca de lalgo entre simbólico y real de iniciación desprovista. Ming I, Faitha. Más que buscando, pretendiendo. Galería interminable de rostros velados por luces estroboscópicas. Mirando atrás veo el virus saltando frontera, propulsado por la misma fiebre interior que me permite confundirme entre los cuerpos y también fuera de ellos. Mascando hielo. Lobas con piel de cordero y corderos con piel de lobo. Toda una pequeña muestra biológica del zoo de circo arruinado. Bala tras bala van cayendo todos.
Por un momento escapo de la maldición del café del Lidl y las tazas sucias. La piel envejece a la velocidad de polillas hacia la luz de bombillas amarillas. Me miras asomada a ventanas ardiendo. Las líneas de la carretera se confunden con las de la autopista espacial que cabalgamos. La única premisa es ser malo. La única premisa es "no arrepentirse".
Todo lo que merece la pena, todo lo que puede haber de bueno esperándonos, es amargo como la hiel. Ello no le quita fascinación sino que lo hace más mórbido. La interpretación tiránica es una forma de fascinación por el Síndrome de Estocolmo.
Cabalgamos sobre la bala roja. Las consecuencias no importan. "Reverence" de los J&M Chain. Puro miedo reciclado como un cristal puesto sobre el fuego.
Auto-convencimiento. Alarde interior. Más mentiras (estas al menos propias). Ignorancia disfrazada. Mini9sterio portátil en busca de lalgo entre simbólico y real de iniciación desprovista. Ming I, Faitha. Más que buscando, pretendiendo. Galería interminable de rostros velados por luces estroboscópicas. Mirando atrás veo el virus saltando frontera, propulsado por la misma fiebre interior que me permite confundirme entre los cuerpos y también fuera de ellos. Mascando hielo. Lobas con piel de cordero y corderos con piel de lobo. Toda una pequeña muestra biológica del zoo de circo arruinado. Bala tras bala van cayendo todos.
Por un momento escapo de la maldición del café del Lidl y las tazas sucias. La piel envejece a la velocidad de polillas hacia la luz de bombillas amarillas. Me miras asomada a ventanas ardiendo. Las líneas de la carretera se confunden con las de la autopista espacial que cabalgamos. La única premisa es ser malo. La única premisa es "no arrepentirse".
Todo lo que merece la pena, todo lo que puede haber de bueno esperándonos, es amargo como la hiel. Ello no le quita fascinación sino que lo hace más mórbido. La interpretación tiránica es una forma de fascinación por el Síndrome de Estocolmo.
miércoles, agosto 16, 2006
domingo, julio 09, 2006
"El blog de Parazeta" : Su Santidad ya está camino de la Santa Sede y pese a todos mis intentos (infructuosos) ni he podido tunearle el Papa-móvil, ni celebrar en su honor el ciclo de pelis snowballing. Una lástima.
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