viernes, junio 20, 2008
domingo, junio 15, 2008
"La Ley de la Necesidad. Ese es el gran límite de la realidad: la necesidad. No importa cual sea la realidad, existe porque debe existir; porque no puede ser de otra forma. La realidad no existe porque alguien la desee, sino que debe ser así... Justa y exactamente así." "La Invasión Divina". Philip K. Dick.
viernes, junio 13, 2008
lunes, junio 09, 2008
viernes, junio 06, 2008
"Elogio de la locura"
"El reconocimiento de la locura conduce a la verdadera razón: la locura no puede existir sin razón, ya que sólo si esta última es capaz de reconocer a la primera, toma conciencia de sí misma y de la verdadera importancia de las cosas."
"A través de la locura, el hombre es capaz de reconocer la miseria que le rodea, porque conociéndola identifica sus flaquezas, sus errores y su verdadera capacidad de razonar correctamente."
Erasmo de Rotterdam
A día de hoy la vigencia de lo anterior pone de manifiesto que la situación poco ha cambiado desde entonces. Bueno sería más preciso el que mutatis mutandi la "locura" entendida por Erasmo hoy sería impensable e imposible. Sencillamente porque ya no se opone a la razón (oficialmente) sino a la salud.
Sin embargo poco o nada se ha ganado con el cambio. Más allá de lo "politicamente correcto"
el loco de nuestros días sigue siendo un tarado, intención que se esconde tras el discurso científico en muchas ocasiones (la base biologicista de la etiología da "cobertura legal" a esta interpretación pero niega explicitar tal posibilidad a riesgo de tener que explicarse a sí misma como una famosa Causa Verdadera Justa) y como enfermo no puede ser criterio de racionalidad.... Paradojicamente, el mal, la miseria humana, en su inmensa mayoría viene por ello de personajes y personas de probada salud y clara razón en sus intenciones....Vae victis!
martes, junio 03, 2008
"Los parásitos del pensamiento"
"Los prejuicios son los parásitos del pensamiento. Son unos invasores tan insidiosos y silenciosos como el cáncer, porque el prejuicioso ignora que posee un prejuicio. Cosa por otra parte natural, puesto que el prejuicio supone una alteración fatal de la conciencia que se produce antes del juicio, esto es, antes de que nuestra razón se haya puesto en funcionamiento. El prjuicio es una especie de agujer negro que invalida o clausura una parte de nuestro cerebro. El prejuicio cree que su visión sesgada es lo único auténtico, del mismo modo que el loco confunde sus delirios con lo real. El prejuicio, pues, tiene mucho de locura parcial, y en ocasiones ha conducido a grandes orgías de criminal demencia, como el prejuicio antijudío durante el Tercer Reich.
Los prejuicicos siempre se disfrazan, para quien los padece, de una simple constatación de la realidad: las mujeres son inferiores, los gays son unos enfermos, los inmigrantes son sucios y peligrosos. Sí, sí, tú argumenta lo que quieras en contra de todo esto: no pienso ni siquiera escucharte, porque "yo sé que las cosas son así". El prejuicio establece una certidumbre enfermiza e inamovible, porque no se asienta en la razón o en la experiencia, sino en un apagón del pensamiento.
Es evidente que algunas personas están mucho más llenas de prejuicios que otras, pero en última instancia todos padecemos alguna de estas ofuscaciones idiotizantes. Ni siquiera las mejores cabezas se salvan de este oprobio.
Rosa Montero
"Los prejuicios son los parásitos del pensamiento. Son unos invasores tan insidiosos y silenciosos como el cáncer, porque el prejuicioso ignora que posee un prejuicio. Cosa por otra parte natural, puesto que el prejuicio supone una alteración fatal de la conciencia que se produce antes del juicio, esto es, antes de que nuestra razón se haya puesto en funcionamiento. El prjuicio es una especie de agujer negro que invalida o clausura una parte de nuestro cerebro. El prejuicio cree que su visión sesgada es lo único auténtico, del mismo modo que el loco confunde sus delirios con lo real. El prejuicio, pues, tiene mucho de locura parcial, y en ocasiones ha conducido a grandes orgías de criminal demencia, como el prejuicio antijudío durante el Tercer Reich.
Los prejuicicos siempre se disfrazan, para quien los padece, de una simple constatación de la realidad: las mujeres son inferiores, los gays son unos enfermos, los inmigrantes son sucios y peligrosos. Sí, sí, tú argumenta lo que quieras en contra de todo esto: no pienso ni siquiera escucharte, porque "yo sé que las cosas son así". El prejuicio establece una certidumbre enfermiza e inamovible, porque no se asienta en la razón o en la experiencia, sino en un apagón del pensamiento.
Es evidente que algunas personas están mucho más llenas de prejuicios que otras, pero en última instancia todos padecemos alguna de estas ofuscaciones idiotizantes. Ni siquiera las mejores cabezas se salvan de este oprobio.
Rosa Montero
lunes, junio 02, 2008
"Ataraxia vs. Emoción" (I)
"La indiferencia aleja del corazón los movimientos impetuosos, los deseos fantásticos, las inclinaciones ciegas. La insensibilidad no da entrada a la amistad, al reconocimiento ni a los sentimientos que unen a los demás hombres. La indiferencia no tiene por objeto más que la tranquilidad del alma, no excluye la sensibilidad; pero impide perturbar esta tranquilidad."
J.A. Marina-Marisa López Penas, "Diccionario de los sentimientos."
"La indiferencia aleja del corazón los movimientos impetuosos, los deseos fantásticos, las inclinaciones ciegas. La insensibilidad no da entrada a la amistad, al reconocimiento ni a los sentimientos que unen a los demás hombres. La indiferencia no tiene por objeto más que la tranquilidad del alma, no excluye la sensibilidad; pero impide perturbar esta tranquilidad."
J.A. Marina-Marisa López Penas, "Diccionario de los sentimientos."
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